Descripción
LA NATURALEZA NO HACE GRASAS MALAS
Fue la industrialización de la comida, la que nos dañó la buena relación con los alimentos, en este caso, las grasas han sido una de las que más han sido maltratadas, ¿por qué? Porque la industria las transformó en algo indigerible, nada nutritivo y sí muy peligroso para la salud, pero no era que las grasas naturales, es decir, las “fabricadas” por la propia naturaleza (vegetal o animal) fueran malas, sino que el ser humano en su afán de ganar más dinero las hizo malas.
De ahí nació el concepto de “light” o “bajo en grasa”, que llegó para empeorar la situación, porque nos hizo no solo creer que las grasas eran las culpables de la obesidad y los problemas de corazón, sino que debíamos casi eliminarlas, salvo claro que consumiéramos esos productos light, que en realidad, tienen más ingredientes nocivos, y para darles algo de sabor (porque al quitarles la grasa se pierde el sabor), le agregan azúcar, quién es el que hace verdaderamente el daño.
En su libro, @tomasrayes, en su sección de Grasas Naturales, nos dice:
“A comienzos del siglo 21, la causa #1 de muerte en hombres y mujeres, es la enfermedad del corazón…No por un aumento en consumo de grasas sino en consumo de dos categorías principales de alimentos pro-inflamatorios: los aceites vegetales (grasas industriales) y el azúcar refinado.
Los aceites refinados, blanqueados y desodorizados son la causa del incremento en enfermedades del corazón y la arterioesclerosis. No las grasas naturales, sean vegetales o animales. Por eso la discusión no es si la grasa vegetal es mejor que la animal.
¿De dónde vienen los aceites vegetales?
De los lípidos extraídos de maíz, canola, soya, girasol, semilla de algodón, cártamo (safflower), salvado de arroz, semilla de uva.”
En cuanto al mito de las grasas saturadas:
“De hecho, las grasas saturadas fortalecen tu sistema inmune y juegan un rol importante en la comunicación intercelular protegiendo nuestro cuerpo contra el cáncer, ayudan a los receptores de nuestra membranas celulares, incluyendo los receptores de insulina, protegiéndote contra la diabetes. En los niños por ejemplo, el consumo de mantequilla y leche entera de vacas de pastoreo produce menos asma que en niños alimentados con leche baja en grasa y margarina. Tus pulmones también necesitan grasa saturada para funcionar adecuadamente. Tus riñones, tu sistema endocrino, nervioso y tu cerebro también las necesitan.”
Así que, el quid está en elegir buenas grasas, no en eliminar las grasas.
Marca Danslefood
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